Cuando la LOGSE diseñó el currículum y estructura de la Educación Secundaria, se planteaba que un 90% de los alumnos debía lograr el título de Graduado de ESO. En su lugar, en general en España, uno de cada tres estudiantes no termina la ESO, es decir no obtiene la titulación de graduado. Esto hace, como comenta el Colectivo Baltasar Gracián (2009), que la pirámide educativa presente una configuración notablemente dislocada: La extensión de la enseñanza básica y obligatoria hasta los 16 años (100%) primero, y la casi total escolarización en preescolar después, no han logrado superar un elevado fracaso escolar (30%) que, se prolonga en un considerable estrechamiento de la pirámide en la secundaria post-obligatoria en fuerte contraste con los índices internacionales A su vez, la población universitaria es de las mayores de la UE. Desde otra perspectiva (Rué, 2008) se puede ver una población escolar segmentada en tres tercios: los que sin problemas alcanzan la formación superior, aunque algunos no la terminen; un segundo tercio intermedio, que cursan ciclos formativos y bachillerato, y algunos con formación superior a nivel de diplomatura; y el tercio inferior, ese 30% que obtiene el título de graduado de secundaria. El primero (Educación Superior o terciaria) está por encima de promedios internacionales. Como decía en su Informe el Consejo Económico y Social (2009): España posee un serio problema de abandono sin titulación de la enseñanza obligatoria, especialmente preocupante en el caso de los varones. Su gravedad radica tanto en la cantidad, próxima al 30 por 100, como en los insuficientes porcentajes de reincorporación posterior al sistema educativo. Un problema que es consecuencia, en gran parte, de los retrasos educativos que en mayor medida se manifiestan por primera vez en los cursos que comprende la ESO (p. 25). Por lo demás, como ponía de manifiesto el informe de hace una década de la OCDE (1998), el fracaso escolar, además del bajo rendimiento académico del alumnado y el abandono de los estudios sin la obtención del Graduado en ESO o la titulación correspondiente en cada país, tiene un conjunto de graves consecuencias sociales y laborales para el alumnado que no ha alcanzado la formación adecuada.
Como ponen de manifiesto los diversos informes, se advierten fuertes desigualdades entre las diferentes comunidades autónomas, hasta el punto que mientras que algunas comunidades autónomas (particularmente del Norte) están cerca de una convergencia con la UE en los objetivos 2010, otras –como Andalucía y Murcia– se encuentran muy alejadas de conseguir acercarse a dichos objetivos. De este modo, el número de titulados en ESO en algunas comunidades (Asturias, Castilla y León, Cantabria, País Vasco y Navarra) superan el 75% , mientras que otras (con Ceuta y Melilla), no alcanzan la media nacional (69,2%). Por su parte, en el curso 2005-06, Andalucía y Murcia tenían, respectivamente, el 66.00 y el 67.5 de tasa bruta de titulados en ESO. Al respecto, sin entrar en las complejas razones de este hecho, sin duda tiene que ver las desigualdades en la inversión en educación de las distintas autonomías. Así, según los datos disponibles correspondientes a 2005, publicados por el MEC (2008), el País Vasco alcanza 8.858 euros anuales, más del doble que en Andalucía (4.211) y que en Murcia (4.320), que son las Autonomías con menor inversión pública por matriculado. Siendo la media nacional de 5.229 euros al año, además del País Vasco, se sitúan por encima de la media .
Navarra, con 6.991 euros por estudiante y año; Asturias (6.492); Castilla y León (6.103); Cantabria (6.039); Galicia (5.947). Por debajo están Castilla-La Mancha, Canarias, Extremadura y Comunidad Valenciana, aparte de las citadas Murcia y Andalucía. Por tanto, casi una correspondencia con resultados escolares obtenidos. No obstante, los recursos invertidos no explican –por sí solos– los rendimientos obtenidos, como ha puesto de manifiesto, entre otros, el Informe McKinsey.
Normas APA: Bolívar Botía. A (2010). Las grandes cifras del fracaso y los riesgos de exclusión educativa.
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